jueves, 19 de julio de 2012

Atrapados en la Red

Linda, es y será una tierna mirada en el horizonte, un deseo oculto debajo de sus labios, una mujer con ganas de descubrir y de encontrar la mano amiga, que le guie a eso….a los pasos sinceros y ocultos de un sentimiento supuestamente ajeno…y esta es su historia.
Acurrucada en su silla, por el frio reinante, esperaba con cierta ansia el tono repentino del aviso de un nuevo mensaje, y es que como muchos, hoy ella era una  amiga de la tecnología y usaba en chat para comunicarse con muchas personas, pero  con él en especial.
El, en su cama acostado resignado a sacrificar sus verdaderos sentimientos por ver sonrisas en su vida, se comunicaba una vez más con linda, aquella persona lejana y cercana a la vez, con quien aprendió nuevamente a sonreír, estaban “conectado” una vez más, de miedo ambos a que el tiempo pase y pase, porque es el, quien finalmente decide cuan cerca podemos estar de las personas que amamos…el tiempo.
Linda sonreía y miraba la fría pantalla imaginando el poder de esa comunicación, estaban lejos pero lo sentía como si de una tertulia de a dos  se trababa, la tristeza de sus ojos casi la delataban, y es que la soledad y la distancia mellan lo que a veces uno cree que ha formado en el tiempo, se necesita estar “juntos” para que esa ilusión esa pasión no se pierda en el espacio y el tiempo.
Ambos sentían que hablaban el mismo idioma, ambos sonreían y planeaban sinuosos encuentros que luego decaían pues sus miedos  se anteponían  a esos deseos, pero esos mismos miedos, con el tiempo tendrían que superarse.
Ambos se conocieron hace muchos años atrás, el aun pipiolo vivía la vida loca y nunca fijo su vista en ella, y ella fijo su vista en estudiar y dedicar su vida y tiempo a la labor más noble y loable de una persona, el enseñar, comenzar a formar los cimientos de grandes personas, es lo que hacía y de ello también estaba enamorada.
Ellos con rumbos distintos pero con sentimientos compartidos sonreían siempre cada noche, perdiendo el tiempo como mejor sabían hacer, sonriendo y hasta discutiendo, dicen que del odio al amor solo hay un pequeño margen y quizás ellos ya están allí , y solo esperan que alguien de el primer paso…
El nunca desmayaría pues ella es la mujer  que ha removido sus tuétanos al punto de romper  su dieta en el tiempo de su vida pasada, y hoy con la venia de ella bajo ese misterio que rodea lo prohibido , quizás lleguen a unir esos sentimientos….

Continuara…