martes, 10 de mayo de 2016

Mi Primera Enamorada

En algún momento de mi vida allá, por los primeros años del nuevo milenio, una hoja en blanco, una bachata de Monchy y Alexandra marco en mis inicios de loco adolecente, un recuerdo con una niña, que hoy muchos años después, aún sigue siendo mi amiga, de todas mis ex, es la única con la que mantengo una comunicación fluida, sin duda en algún momento mis fuerzas ganas y energías estaban centrada en ella, aunque quizás yo nunca pude volar con ella.

Faltaba poco para graduarme en la carrera que había comenzado a estudiar, vivía en una ciudad muy lejos de donde era oriundo, un viaje de 18 horas por carretera me había traído a mi tierra hermosa, pase las vacaciones por las fiestas patronales de mi tierra, llegar aquí siempre había sido un alivio para mi alma acongojada y solitaria, que por esos tiempos a pesar de todos los amigos que tenía, en esa ciudad siempre me he sentido solo.


Mis vacaciones como siempre llegaban a su fin, tenía que emprender el viaje de retorno a la gran capital, en la primera escala rumbo a mi destino, decidí pasar unas horas más de lo normal, eran 3 horas que tenía por conocer aquella ciudad,  y decidí llamar a Karina, la primera enamorada que he tenido al inicio de mi vida amorosa , me comunique con ella , y quedamos en encontrarnos en un restaurant muy cerca de su casa, la invitación estaba hecha , solo me quedaba esperar que llegue.

Había muchas preguntas por hacer y existía también muchas ganar de volverla a ver, no sé si porque no la vi en mucho tiempo o fue simplemente porque aun la amaba, me inclino a pensar en la segunda posibilidad, un primer amor no se olvida fácilmente.

Llegue como siempre puntual, es algo de lo que normalmente siempre me jacto, muy puntual en todo, aún tenía 2 horas para almorzar con ella y conversar, una hora la había perdido entre ir al lugar y llamarla por teléfono, en esos tiempo aun no existía el celular o el famoso whatsap, gran ayuda hubiera sido en cuestión de tiempo.

De tez morena, hermosos ojos negros y con una minifalda que mostraba sus bien torneadas piernas y con ese hermoso derrier que siempre definió la silueta perfecta que tenía, Karina había llegado al lugar de la cita,  y por un momento los nervios hicieron mella en todo mi cuerpo, los mismos que se perdían conforme nos íbamos acentuando en la conversación.

La había conocido un 24 de junio del 2001, nuevamente en unas vacaciones, un buen amigo mío, me la presento, él era enamorado de su hermana y necesitaba alguien que le “ayude” para que Karina no vaya de violín, es tal y como lo recuerdo, ese era el objetivo de mi llegada, ayudar a mi amigo, lo que el ignoraba, es que aquella morena hermosa, me dejo cegado desde el primer momento que roce sus mejilla con un cortes beso de saludo.

La conocí como a las 8 de la noche , aquel día partimos a un certamen de belleza denominado Srta San Juan, a las 10 de la noche ya era mi amiga , y como a las 11 , le había confesado que me gustaba y que debería existir una relación, a lo que ella acentuó con un beso , ya no en la mejilla , si no en los labios, la había llevado a su casa mientras que mi amigo y su hermana , ahora mi cuñada, quien sabe a dónde se habían ido.

Aquella relación aun la recuerdo con mucho añoro, fue muy linda, todos los días caminaba 20 minutos para llegar a su casa, con el miedo que hoy en día no he podido superar, el de topar la puerta y preguntar por ella, por miedo a que sus padres me agarren piedrazos o quien sabe un escopetazo, hoy en día en el internet se observa que los padres se preparan así para cuidar a las hijas.

Fue como repito mi primera relación, mi primera ilusión, el primer beso que siempre estaba disponible, mis poemas y mis cartas tenían un solo sentido y se llamaba Karina, y la escribía todo cuanto podía , enarbolaba su belleza a mas no poder, era mi reina era mi todo, recuerdo que aquellos tiempos un conocido grupo de cumbia llego a la ciudad , y yo con todo el amor del mundo, me conseguí una entrada y se la regale, eran sus ídolos , y pude contribuir dándole un recuerdito que siempre llevara consigo.

No recuerdo exactamente porque terminamos la relación, quizás mis constantes viajes hacían muy difícil la relación o quizás nunca fuimos maduros para asumir una relación a distancia, pero nunca terminamos mal, siempre ha existido una fluida comunicación, fue una primera etapa, aquella morena marco una linda etapa en mi vida.

Ya en la mesa, habíamos hecho nuestros pedidos y almorzamos lentamente mientras añorábamos tiempos pasados y me deleitaba nuevamente con su belleza, imagino que el tiempo se había detenido, pues fue una prolongada tertulia con la niña que me enamoro,  hablamos de muchas cosas, las peguntas que se hicieron se contestaron y nuevamente tome sus manos por un instante y en ese momento pensé en volver con ella, es lo que  paso por mi cabeza. De pronto vi el reloj y el tiempo se había agotado.

Tenía que regresar el autobús,  me despedí de ella, y cuando me alejaba, me abrazo y me regalo un beso prolongado de esos que siempre he preferido y de sus labios mucho más, las añoranzas se apoderaron de ambos, puedo decir y lo puedo asegurar que fue un hermoso beso de los que nunca podré olvidar, el momento era el perfecto, no existía una mejor despedida que ese beso prolongado.

Aquel beso hizo despertar nuevas ilusiones en mí, aquel regreso de 18 horas, lo único que hice en todo ese trayecto fue pensar en ti Karina, en tu beso y en tu mirada, finalmente la dichosa bachata tenía razón, “fue imposible sacar tu recuerdo de mi mente, fue imposible olvidar que algún día yo te quise.


NOTA : UN BESO PROLONGADO ES LO QUE DEBE REPETIRSE.

jueves, 5 de mayo de 2016

corro...

Corro para escapar del rastro de mi sombra, de la tristeza pues no se resigna a que la deje, Corro de las mentiras, de los abrazos fríos y las sonrisas hipócritas, para no pensar, no vivir y dejar de ver a ese niño tonto que nadie entiende, lo siento yo también huyo.

Corro porque ya no tengo alas. Hoy finalmente me las cortaron. Lo hago para perderme, para ser nadie. Porque siempre he sido un cobarde, fingiendo, cobijándome en el lodo. Para huir de las balas, los cuchillos, las piedras, la sangre, las miradas, las risas, los gritos de mi garganta seca ,lo hago para encontrarte y no devolver mi propio cariño en una cajita diciéndome Gracias. Para entender y sentir que estoy vivo.

-aunque no sea cierto...-