Nunca tuve una buena relación con la familia de
mi primer apellido, en todos los pasajes de mi vida el apellido de mi mama fue
mi única familia, con ellos viví mi infancia, jugué, llore , he reído y hoy nos
añoramos entre todos, una mala experiencia con mi padre me alejo de mi familia
paterna, porque desde entonces ya han pasado buenos años en las que me encariñe
con mucho mas ahínco en mi familia materna, pero no hay mal que dure cien años
dicen por allí y el paso del tiempo con las jugadas de la vida, el corazón de
alguna manera se ablanda.
De aquella mala experiencia con el pusilánime de
mi padre, (me atrevo es escribir ese calificativo porque con creces quizás ese título hoy en día le queda aún grande) un noble muchacho de apariencia tímida,
al que llamare Jann, tenía la osadía de visitarme cada vez que visitaba mi ciudad,
dicho plebeyo era nada más y nada menos que mi hermano mayor de parte de mi padre de sangre, en una actitud de dolor y orgullo muchas veces equivocadamente y
hoy lo asumo como tal, lo eche de la casa de mi madre, sin tener en cuenta el
cariño que tenía por mí, aun así los años pasaban y el seguía visitándome, poco
a poco logre aceptarlo en casa y aun sin gustarme su presencia, fingía que todo
estaba bien y recurría a sonrisas fingidas ,simuladas y falsas, hipocresía
total de mi parte.
He sabido que aparte del hermano insistente que
siempre me visita, tengo en total 5 hermanos varones. ¿Porque lo sé?, porque de
alguna manera siempre tenemos ese bicho permisivo e impulsivo de querer saber
en algo el origen de tus raíces, y es así que hace unos 4 años atrás, Jann vino
a mi ciudad con su hermano menor Jared, fíjense que aun en este punto aun no
soy capaz de escribir “hermano”, presiento que una relación de hermanos se gana
en el tiempo con experiencias mutuas, allí recién formas un lazo de hermandad.
Jann y Jared tuvieron la amabilidad y
delicadeza de llamar a mi celular en un estado de ebriedad colosal, imagino que
la ilusión de conocerme (hermano menor) les hizo perder un tanto el sentido de
la serenidad y la sobriedad, no les culpo, conocer al hermano perdido o en su
defecto rechazado, en algún momento tiene que significar para ellos una
experiencia curiosa para chismear y enterarse un poquito más de este señor que
aun escribe o intenta escribir, por un lado podía comprender esa emoción embriagada
de querer conocerme , por otro lado me encontraba entre la espada y la pared,
uno, no suelo tomar los domingos, ya que
el lunes se trabaja y a mi edad el cuerpo me pesa y se castiga al querer
levantarse, y eso que tengo una rutina de entrenamiento patentada, y la segunda, no quería conocerlos ebrios. Les dije ya voy espérenme,
nunca me aparecí y nunca contesté las llamadas que de manera constante me hacían,
el desaire que les proferí tubo mayor impacto en Jared, (hermano menor que iba
a conocer), que al día siguiente me dejo unas líneas en el Facebook, diciéndome“piérdete tío a la familia no se le dice que no, nos vemos algún día”.
Luego de tal desaire sentí la necesidad crónica
de presentarle mis disculpas a Jared , lo ofendí sin desearlo, o quizás sabía
lo que estaba haciendo, pero no pensé que se lo tomarían muy a pecho, pasaron
los años y nunca más nos volvimos a escribir, apenas un dia ebrio, le dije “hola
hermano” , y para mi sorpresa, me
contesto “como estas hermano”, muchas palabras lindas nos dijimos en ese
momento, incluso nos tuteábamos y con tal confianza nos dijimos "ñaño" en
reiteradas ocasiones, en aquel momento ambos en distintas ciudades unidos por
las redes sociales, estábamos ebrios,( eso explicaba tanto cariño) aquella experiencia marcada por amargas y deliciosas
cervezas a la vez, iban a señalar el modo de como teníamos que conocernos
,algún día.
Y el día llego y los años pasaron Jann y Jared
nuevamente estaban por mis terruños de visita( iban a celebrar una reunión gigante con hermanos, tíos, sobrinos
netamente de mi primer apellido , así
mismo recordaban un año más del fallecimiento de patriarca de la familia),
y casualidad de la vida el día era sábado (para
los bebedores responsables, es el mejor día) me llamo Jared al teléfono celular y conversamos escuetamente
, asumí que aun se sentía dolido por lo que le hice años atrás, antes de que me corte la llamada le dije para
vernos y que si me aceptaban unas cervezas, yo estaría feliz de ser sus anfitrión
ese día, y aunque parezca raro decirlo , estaba alegre y a la vez nervioso pero
tenía que romper el hielo, pensé en tomarme unas cervezas antes para agarrar valor,
llame a mi compadre psicólogo contándole que los iba a conocer, me ánimo de una
manera enorme, gracias a el asumí que quería ser una solución y no ser parte del
problema, porque soy sincero estuve a punto nuevamente de decidir en no verlos,
agobiado obviamente por mis fantasmas familiares proferidos por mi padre de
sangre, si el cobarde de antaño.
Antes de tomarme aquellas 3 cervezas solo para
agarra valor, estaba tan nervioso que preferí tomar agua de azahar y con ello
pude calmar mi ansiedad que en casa era notorio, toda mi familia me animo dar
ese paso, siempre he sido yo el huraño, el dolido, el misterioso, seguidamente
Jann y Jared me marcaron y como dirían los colombianos “cuadramos esa vuelta”
para nuestro tan relegado encuentro.
Al llegar en mi moto al punto de encuentro
sobre las 2 de la tarde, los vi a lo lejos, ambos más altos que yo, sin duda yo
saque más a mi hermosa madre en estatura, llegue nos miramos y nos saludamos aun con tímidas
estrechadas de manos de parte de Jared quien era un gringo al parecer un tanto serio,
JANN a quien ignore, pero ya conocía, fue más efusivo en sus abrazos, se notó y
se ha sentido el cariño que el sentía desde mucho antes por este esperpento
escritor. Es así que el inicio de esta nueva hermandad comenzaba a formarse y
tener experiencias, chismes, curiosidades, sonrisas afines al ritmo de mucha cerveza, comenzamos sobre las
2 de la tarde y terminamos sobre las 9
de la noche, ellos tenían una reunión familiar de mi primer APELLIDO ( al cual
por árbol genealógico pertenecía) , casi
voy en mi estado de embriaguez a dicha reunión, en ese cuadro beodo, pero en un minuto fugaz me llego la lucidez y tuve el presentimiento
que no debía ir, quizás no por mi padre porque en mi borrachera
involuntariamente quise reconocerlo, quise verlo, pedí a mis hermanos que lo
llamaran, sabiendo que estaba también en la ciudad, pero mis hermanos sabían que no iba a venir, y
me lo advirtieron, lo cual me pareció normal y real , porque sus mamá (mujer de
mi padre) no se apartaría de él y él
nunca tendría o tendrá los huevos, de
querer soltarse y venir a verme.
Pase una agradable tarde con mis hermanos, se sumó
experiencias cruzamos sonrisas y afianzamos un poco más esa sangre que nos une,
claro que la cerveza ayudo mucho y encamino muchos momentos la conversación,
quise ser el mejor anfitrión ese día, me dedique a ellos, fui atento cortes y
de alguna manera sé que ambos regresaron tranquilos a sus tierra, les debía una
tarde de atención total y yo mismo me debía esta dicha de estar contento conmigo mismo y
menguar en algo o mucho mi resistencia continua por mi primer apellido, quizás alguna
vez, pueda abrir este sentimiento sin ningún licor de por medio hacia mi padre,
cuando se le quite lo medroso claro está.